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Dos trasplantes exitosos. Puede sonar un número pequeño, pero es una hazaña cuando se trata de una supervivencia de hasta 60 días de un músculo cardíaco de cerdo funcionando en el cuerpo de un ser humano. Este es el currículum, hasta ahora, del cirujano cardíaco y doctorado de origen paquistaní, Mohummad Mohiuddin, jefe de Xenotrasplantes de la Universidad de Maryland.

En su visita a Santiago de Chile, en el contexto del Congreso Futuro 2024 donde fue expositor, SAVALnet tuvo la oportunidad de conversar con él respecto a este enfoque terapéutico. 

Para llevar a cabo este tipo de intervención, el equipo del doctor Mohiuddin condujo una investigación en la cual modificó varios genes para insertarlos en el cerdo antes que el órgano fuese puesto en el receptor con el fin de evitar el rechazo y resguardar otros parámetros biológicos como su crecimiento. 

 - ¿Cuál es el perfil del paciente para el tratamiento? 

Para los dos trasplantes que hicimos, la disposición de la FDA se llama de uso ampliado o uso de emergencia, lo que significa que estos individuos han pasado por las opciones tradicoinales de conseguir un corazón:alotrasplante, dispositivos mecánicos, eléctricos, corazón artificial. Cuando todo falla o no son elegibles, les ofrecemos esta opción.

Un requisito importante, es el compromiso. El corazón es un "regalo" y como tal, debe ser cuidado. A veces habrá que tomar medicinas, ir a la consulta del médico para que le hagan un chequeo adecuado. 

También hay que asegurarse que son psicológicamente capaces de tomar la decisión. Para ello, lo que hicimos fue pedir cuatro opiniones psiquiátricas: dos de nuestra propia institución y dos independientes.

El proceso ha de ser revisado igualmente por el comité ético.   

- ¿Cuánto cuesta una intervención como esta?  

Este proceso no está cubierto por el seguro. Cada trasplante costó alrededor de dos millones de dólares por 60 días de supervivencia. Esperamos que cuando esto se convierte en una opción terapéutica más, el costo será similar a un alotransplante. O incluso menos, porque de un cerdo se pueden extraer múltiples órganos y salvar a varias personas. 

Nuestro objetivo es tener suficientes modificaciones genéticas e inmunosupresión, similar a la que usamos en humanos. 

- ¿Cuáles considera que son los beneficios en comparación con el trasplante humano? 

Este siempre será el ideal, pero con el xenotrasplante, podemos ofrecer al paciente una solución en una etapa más temprana y salvamos más vidas. También está la disminución de las listas de espera por un órgano. Solo en los EE. UU. es de alrededor de 150.000 personas. Si contamos el mundo entero, lo multiplicamos por mil. 

- ¿Cómo funciona el corazón de cerdo? ¿Es muy diferente al humano? 

No. Incluso puede ser mejor en las condiciones de estos pacientes porque estamos recibiéndolo de un animal joven, que es muy fuerte en comparación con una persona mayor.  Anatómicamente, no son muy diferentes. Tienen las mismas cuatro cámaras y vasos. La anastomosis también es la misma. 

- ¿Cómo son los protocolos postrasplante? 

En concreto, lo que más teme la Food and Drug Administration (FDA) es la transmisión de la enfermedad de cerdo a humano. Quieren que monitoricemos al paciente durante toda su vida. No sólo eso, también vigilar a sus contactos. 

Quienquiera que haya estado en contacto con el paciente debe ser seguido también. Así que cada enfermera, médico o cualquier persona tuvo que firmar un consentimiento. 

No hay pruebas. En los mataderos, por ejemplo, la gente tiene cortes y contusiones, y entran en contacto con células de cerdo. Se han hecho estudios para comprobar si estos pacientes son portadores de algún virus porcino y no se han encontrado evidencias. La gente ha estado recibiendo válvulas de cerdo y productos derivados de la industria porcina.  

Sin embargo, no podemos descartarlo. Algunos de estos retrovirus pueden permanecer en latencia. Por ello, el seguimiento es muy importante.

Lo más reconfortante de este proceso es la retribución de las familias. Están muy agradecidos., porque no les prometimos ni un solo día: para el paciente que no tiene elección, es una oportunidad inesperada. 

Por Carolina Julio.